sábado, 9 de diciembre de 2006

Baladas Que Matan Dulcemente...


Hola Minders...
Esta es la traducción de la nota de viaje que Jim Kerr publicó en su web el 10/10/06.

http://simpleminds.com/tourdiary/?request=article&id=28

Enjoy...



“Baladas que matan dulcemente”

Pasé un fin de semana de campo en Sicilia disfrutando de: “La Vendemmia”, esto es la cosecha italiana de la vid. A pesar de ser un duro trabajo la experiencia es idílica para aquellos que estan dotados de fuertes espaldas y más aún para los que llevan el campo en su sangre, en sus genes.

Soy considerablemente fuerte de espaldas algo inesperado para un artista tipo bohemio. No soy un novato en este rústico evento y lo encuentro fascinante, en coincidecia con mi época favorita del año. La multitud de felices turistas que bajan del pueblo a lo largo del verano son un recuerdo distante y una merecida nueva tranquilidad se asienta en el pequeño pueblo de Taormina. El cielo de todos los dias es una debil sombra azul en comparación a un par de semanas atrás aunque a pesar de todo el sol aún brilla con tanta fe como cada nueva mañana. Salute!

El monte Etna se muestra más orgullosa (*) ahora que en otra época del año. La primera nieve de la temporada cayó sobre ella sin más hace algunos pocos dias atrás. Y desde cada ángulo nos rodea con su toque dramático y peligroso, saludando nuestros ojos como una joven novia con un tocado de seda blanco. Ella se aparece como un fantasma en cada recodo del camino, en cada vuelta del paisaje. “La bella del baile”... Sicilia... la pequeña maravilla que la leyenda señala como “el lugar de descanso del Rey Arturo”.
Por semejante belleza vale la pena morir.

La cosecha en sí misma es mucho más que un simple aire místico y aquí la tradición de “La Vendemmia” viene de mucho antes que los griegos y los romanos: ¿quiénes hicieron posible que luego de semanas de arduo trabajo existiera el derecho de festejar? Al igual que las cosechas romanas, seguidas habitualmente por un período de bacanal, incluyendo festines que anticipaban maratónicas orgías sexuales que duraban aparentemente semanas. Pero eso fue entonces, desafortunadamente, y esto es ahora!

Como a cualquiera de nosotros, lo más llamativo para mí de ese día de cosecha, es cuando las viñas finalmente quedan desnudas y la abundante dulce fruta negra cargada y amarrada fuertemente en los camiones de chasis amarillos. Es entonces cuando jóvenes y viejos por fin descansan y se disponen a celebrar al aire libre un banquete que ya ha sido preparado independientemente a lo largo del día. Esta comida es tan buena que no puedo describirla y la música que tradicionalmente la acompaña es igualmente maravillosa, cantada en dialecto siciliano... se me ocurre que es el tipo de cosas a la que aspira Nick Cave.
Baladas sobre muertes que se mezclan con historias de pérdidas y dulces venganzas que uno podría imaginar como canciones de amor y nada más que canciones de amor.
Por otra parte, las canciones de amor son hermosas y negras como la noche, con melodías que producen escalofrios. En esta música se escuchan ecos de tiempos pasados que de pronto se vuelven cercanos, escuchamos la canción del victorioso y del vencido. Pero mas allá de eso, lo que en realidad se escucha es la voz de la experiencia humana sin tiempo y mientras estoy sentado a esta mesa típicamente siciliana, estudiando las caras de aquellos que transpiraron junto a mí a lo largo del día, los pensamientos cruzan mi mente por un instante: ¿quién sabe lo que esa gente de por aquí pensa de mi?... y... ¿qué hago yo con mi vida, comparada con la de ellos?. No me lo puedo imaginar pero sí lo que yo pienso de ellos, y el honor que significa para mí pasar un rato en su mundo cada año.
Y ahora, volvamos a lo mío!.

JK


(*) usa el género femenino refiriéndose al monte Etna






Traducción: Pablo Ramírez
SIMPLE MINDS Argentina Unofficial Fans Club